sábado, 2 de enero de 2016

EZEQUIEL. CAPÍTULO 48.

481Lista de las tribus:
En el extremo septentrional -que va desde el Mediterráneo, por Jetlón y el Paso de Jamat, hasta Hazar Enon, separando por el norte la región de Damasco de la de Jamat-, se extiende de este a oeste el territorio de Dan.
2Lindando con Dan, se extiende de este a oeste el territorio de Aser.
3Lindando cn Aser, se extiende de este a oeste el territorio de Neftalí.
4Lindando con Neftalí, se extiende de este a oeste el territorio de Manasés.
5Lindando con Manasés, se extiende de este a oeste el territorio de Efraín.
6Lindando con Efraín, se extiende de este a oeste el territorio de Rubén.
7Lindando con Rubén, se extiende de este a oeste el territorio de Judá.
8Lindando con Judá, se extiende de este a oeste el coto sagrado: medirá doce kilómetros y medio de anchura, y de este a oeste, lo mismo que las demás porciones. En el centro se levantará el santuario.
9El coto sagrado que reservaréis como tributo al Señor tendrá doce kilómetros y medio de longitud por diez de anchura.
10Beneficiarios del coto sagrado: A los sacerdotes les corresponderá una parcela rectangular, de doce kilómetros y medio de longitud -lados septentrional y meridional- por cinco de anchura -lados oriental y occidental-. En el centro se levantará el santuario del Señor.
11Se trata de los sacerdotes consagrados, descendientes de Sadoc, que se hicieron cargo de mi servicio y no se extraviaron como los levitas, cuando se extraviaron los israelitas, 12y les corresponderá una porción sacrosanta del coto sagrado de la tierra, colindante con la de los levitas.
13A los levitas les corresponderá una parcela de doce kilómetros y medio de longitud por cinco de anchura, lindando con la de los sacerdotes. Área total del coto sagrado: doce kilómetros y medio de longitud por diez de anchura. 14Nada de esto podrán vender ni permutar. No podrán enajenar lo mejor de la tierra, porque es porción santa del Señor.
15Queda una extensión de dos kilómetros y medio de anchura por doce y medio de longitud: es terreno profano. Pertenece a la ciudad para viviendas y pastos. 16La ciudad se levantará en el centro. Área de la ciudad: dos mil doscientos cincuenta metros por cada lado, norte, sur, este y oeste. 17Tendrá ciento veinticinco metros de prados comunales al norte, sur, este y oeste.
18Quedan al este y al oeste de la ciudad, colindantes con el coto sagrado, sendas parcelas de cinco kilómetros de longitud. Con lo que produzcan se alimentarán los que trabajan en la ciudad. 19Las labrarán los obreros de todas las tribus israelitas que trabajen en la ciudad. 20Área total del coto sagrado, incluyendo lo que pertenece a la ciudad: un cuadrado de doce kilómetros y medio de lado.
21Quedan los terrenos del príncipe. Están situados a ambos lados del coto sagrado y de las posesiones de la ciudad. Se extienden por el este desde la raya de doce kilómetros y medio hasta la frontera oriental, y por el oeste, desde la raya de doce kilómetros y medio hasta la frontera occidental, paralelos a los territorios de las tribus. Pertenecen al príncipe. En medio quedará el coto sagrado con el santuario del templo.
22Igualmente, las propiedades de los levitas y de la ciudad quedarán enclavadas entre los territorios del príncipe y los territorios de Judá y de Benjamín.
23Resto de las tribus:
De este a oeste se extiende el territorio de Benjamín.
24Lindando con Benjamín, se extiende de este a oeste el territorio de Simeón.
25Lindando con Simeón, se extiende de este a oeste el territorio de Isacar.
26Lindando con Isacar, se extiende de este a oeste el territorio de Gad.
28El territorio de Gad coincide al sur con la frontera meridional, que va desde Palma, por el oasis de Careo Cadés, siguiendo el cauce del torrente, hasta el Mediterráneo.
29Ésta es la tierra que distribuiréis en propiedad hereditaria a las tribus de Israel y éstas son sus porciones -oráculo del Señor-.
30ª Puertas de salida de la ciudad: 31allevarán los nombres de las tribus de Israel.
30b Por el lado septentrional, 31b que mide dos mil doscientos cincuenta metros, tres puertas: la puerta de Rubén, la puerta de Judá y la puerta de Leví.
32Por el lado oriental, que mide dos mil doscientos cincuenta metros, tres puertas: la puerta de José, la puerta de Benjamín y la puerta de Dan.
33Por el lado meridional, que mide dos mil doscientos cincuenta metros, tres puertas: la puerta de Simeón, la puerta de Isacar y la puerta de Zabulón.
34Por el lado occidental, que mide dos mil doscientos cincuenta metros, tres puertas: la puerta de Gad, la puerta de Aser y la puerta de Neftalí.
35Perímetro de la ciudad: nueve kilómetros.
Desde entonces la ciudad se llamará "El Señor está allí".

Explicación.

48,1-29 El orden de las tribus sólo en parte responde a la vieja distribución. Al excluir del territorio sagrado todo el país al este del Jordán, tiene que desplazar a Rubén, Gad y la mitad de Manasés.

48,15 La capital queda cercana, pero separada del área del templo. Se supone que la habitan representantes de las doce tribus.

48,30-31 Las puertas eran centro de vida ciudadana; lo que para nosotros son las plazas. Todas las tribus estaban representadas en la capital.

48,35 Si los nombres de las puertas son ilustres, más glorioso es el nuevo y definitivo nombre de la ciudad: ·El Señor está allí", uniendo y consagrando con su presencia un pueblo en una ciudad. Quizá sea intencionada la aliteración: Yeru - shalem / Yhwh - shamma. 

La restauración de Jerusalén se lee también en otros textos escatológicos: Is 24-25; 65, 18-19; 66,10.13.20; Jl 3,5; 4,17; Miq 4,8; Zac 14,11. El Apocalipsis, y con él el NT, terminan con la visión de la ciudad celeste, la nueva Jerusalén.

EZEQUIEL. CAPÍTULO 47.

El manantial del templo (Jl 4,18; Zac 14,8; Sal 46,5)

471Me hizo volver a la entrada del templo. Del  zaguán del templo manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. 2Me sacó por la puerta septentrional y me llevó por fuera a la puerta del atrio que mira a levante. 3El agua iba corriendo por el lado derecho. El hombre que llevaba el cordel en la mano salió hacia levante. Midió quinientos metros, y me hizo atravesar las aguas: ¡agua hasta los tobillos! 4Midió otros quinientos, y me hizo cruzar las aguas; ¡agua hasta las rodillas! Midió otros quinientos metros, y me hizo pasar: ¡agua hasta la cintura! 5Midió otros quinientos metros: era un torrente que no pude cruzar, pues habían crecido las aguas y no se hacía pie; era un torrente que no se podía vadear.
6Me dijo entonces:
-¿Has visto, hijo de Adán?
A la vuelta me condujo por la orilla del torrente.
7Al regresar, vi a la orilla del río una gran arboleda en sus dos márgenes. 8Me dijo:
-Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas pútridas y lo sanearán. 9Todos los seres vivos que bullan, allí donde desemboque la corriente tendrán vida, y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente. 10Se pondrán pescadores a su orilla: desde Engadí hasta Eglain habrá tendederos de redes; su pesca será variada, tan abundante como la del Mediterráneo. 11Pero sus marismas y esteros no serán saneados: quedarán para salinas. 12A la vera del río, en sus dos riberas, crecerá toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales.
13Esto dice el Señor: Fronteras de la tierra que las doce tribus de Israel recibiréis como propiedad hereditaria. 14Todos recibiréis partes iguales. Yo juré con la mano en alto dársela a vuestros padres; por eso esta tierra os tocará a vosotros como propiedad hereditaria.
15Fronteras de la tierra: Por el norte: desde el Mediterráneo, por Jetlón, el Paso de Jamat, Sedad, 16Berota y Sibrain -separando los territorios de Damasco y Jamat-, hasta Hazar Enon*, que limita con Haurán. 17Así que la frontera va desde el Mediterráneo hasta Hazar Enon, separando el norte los territorios de Damasco y Jamat. Ésta es la frontera septentrional.
18Por el este: desde Hazar Enon, por la línea que separa los territorios de Haurán y Damasco, siguiendo el curso del Jordán, entre Galaad e Israel, hasta el Mar de Levante y hasta Palma. Ésta es la frontera oriental.
18Por el sur: desde Tamar* hasta el oasís de Meribá* Cadés y, siguiendo el torrente, hasta el Mediterráneo. Ésta es la frontera meridional.
20Por el oeste: limita con el mar Mediterráneo, hasta la latitud del Paso de Jamt. Ésta es la frontera occidental.
21Ésta es la tierra que os repartiréis las doce tribus de Israel. 22Os la repartiréis a suerte como propiedad hereditaria, incluyendo a los emigrantes residentes entre vosotros que hayan tenido hijos en vuestro país. Serán para vosotros como los israelitas indígenas. Entrarán en la distribución con las tribus de Israel. 23A los emigrantes les daréis su propiedad hereditaria en el territorio de la tribu donde residan -oráculo del Señor-.

Explicación.

47,1-12 Después de prolijas inserciones, de áridas reglamentaciones, retorna el aliento poético de la visión. De la llegada de la Gloria (43) se pasa a sus efectos vivificantes. Hay que unirlo también al espíritu del cap. 37: viento y agua, doble principio de nueva vida. Agua como en el paraíso (Gn 2,10-14): en vez de cuatro ríos, cuatro etapas crecientes. Agua en la ciudad santa (Is 30,25; Jl 4,18; Zac 14,8): el templo está en la plataforma superior, sobre las plataformas del atrio interior, del exterior y del terreno circundante. Agua regada que transforma el desierto (Is 35). Porque el Señor es "fuente de agua viva" (Jr 2,13; 17,13).

Agua de vida: continua, creciente, invasora, comunicada. Se comunica a las plantas, produciendo un parque maravilloso; se comunica a los animales, haciendo que el Mar Muerto pulule de seres vivos; se comunica a los hombres en forma de alimento y medicina. El profeta ha de sentir en su cuerpo el poder del agua; el resto lo escucha de labios del acompañante.

47,1 El agua avanza hacia oriente, quizá por ser esa zona más árida, quizá imaginando un emplazamiento oriental del paraíso (cfr. Gn 13,10).

47,3-5 Las distancias son medidas, el crecimiento es desmedido. Bien pronto el caudal supera al del Jordán (cfr. Jos 3-4; Jue 12,5s).

47,8-9 Renace prodigiosamente la vida, como en una nueva creación: Gn 1,20s. El agua dulce (Apsu) vence al agua salada (Tehom).

47,10-11 Actividad humana como signo de paz y prosperidad. La sal no es sólo condimento necesario para la vida (Eclo 39,26); es también prenda de alianza (Nm 18,19) y acompaña los sacrificios (Ex 30,35; Lv 2,13).

47,12 La zona se transforma en paraíso. Los frutos de todos sus árboles serán comestibles, las hojas medicinales alejarán la muerte.

47,13 Las fronteras exteriores del territorio conservan cierto realismo geográfico: delimitan una franja, no un cuadrilátero perfecto; con todo, bajo el dominio persa, esas fronteras teóricas. Sobre ese territorio extenderá después (48) las franjas regulares de las doce tribus, que forman el Israel ideal del futuro.

La propiedad será hereditaria: porque la irán legando a las generaciones venideras, y porque actualizan la promesa divina a los patriarcas.

47,16 * = Aldealafuente.

47,19 * = La Palma; Careo.

47,21 En el antiguo éxodo, primero se repartía la tierra, y al cabo de un par de siglos se edificaba el templo. En la futura restauración el orden se invierte.

47,22-23 Conceder a los emigrantes derecho de propiedad de terrenos es un paso importante de tolerancia y acogimiento.

viernes, 1 de enero de 2016

EZEQUIEL. CAPÍTULO 46.

461Esto dice el Señor: La puerta oriental del atrio interior permanecerá cerrada los seis días laborables. Sólo se abrirá los sábados y los días de novilunio. 2El príncipe entrará desde el exterior por el vestíbulo, deteniéndose junto a las jambas de la puerta; los sacerdotes ofrecerán el holocausto y el sacrificio de comunión; el príncipe se postrará en el zaguán de la puerta y volverá a salir. La puerta no se cerrará hasta el atardecer. 3También los terratenientes del país se postrarán ante el Señor, a la entrada de la puerta, los sábados y días de novilunio.
4Oblación del príncipe al Señor: Los sábados: un holocausto de seis corderos sin defecto y un carnero sin defecto. 5Como ofrenda, media fanega por carnero, y por los corderos, a voluntad, más un azumbre de aceite por cada media fanega. 6Los días de novilunio: un novillo sin defecto, seis corderos y un carnero sin defecto. 7Como ofrenda, media fanega por novillo, media fanega por carnero, y por los corderos, según sus posibilidades, más un azumbre de aceite por cada media fanega.
8El príncipe entrará por el vestíbulo de la puerta y saldrá por el mismo camino. 9Pero cuando los terratenientes del país vayan a presentarse ante el Señor en las festividades, los que entren por la puerta septentrional para hacer la adoración, saldrán por la meridional, y los que entren por la puerta meridional, saldrán por la septentrional; no se retirarán por la misma puerta por la que entraron, sino que saldrán por la de enfrente. 10Y el príncipe entrará y saldrá en medio de ellos.
11En las fiestas y solemnidades la ofrenda consistirá en media fanega por novillo, media fanega por carnero, y por los corderos a voluntad, más un azumbre de aceite por cada media fanega.
12Cuando el príncipe ofrezca voluntariamente al Señor un holocausto o sacrificio de comunión, le abrirán la puerta oriental, ofrecerá su holocausto o sacrificio de comunión como todos los sábados, y luego saldrá. Y cuando salga, cerrarán la puerta.
13Ofrecerás diariamente al Señor en holocausto un cordero añal sin defecto; lo ofrecerás todas las mañanas. 14Añadirás cada mañana como ofrenda un celemín, más un tercio de azumbre de aceite para rociar la flor de harina; esta ofrenda al Señor es un rito cotidiano y perpetuo. 15El cordero con la ofrenda y el aceite lo ofrecerán todas las mañanas como holocausto cotidiano.
16Esto dice el Señor: Cuando el príncipe dé parte de su heredad a alguno de sus hijos, a éstos les pertenece como propiedad hereditaria. 17Pero si da parte de su heredad a un súbdito suyo, a éste le pertenecerá hasta el año de la remisión. Luego retornará al príncipe. 18Es herencia de sus hijos y a ellos les pertenece. El príncipe no quitará al pueblo su heredad, expropiándole tiránicamente. Sólo podrá dejar a sus hijos lo que sea propiedad suya, para que mi pueblo no se desperdigue, despojado de su propiedad.
19Me llevó por la entrada de al lado de la puerta a los bloques de sacristías sacerdotales, que dan al norte; en la parte de atrás, al poniente, había un local. 20Y me dijo:
-Éste es el local donde los sacerdotes conocerán las víctimas de los sacrificios expiatorios y penitenciales y prepararán la ofrenda; así no tendrán que sacarlos al atrio exterior, pues consagrarían al pueblo.
21Me sacó al atrio exterior y me lo hizo atravesar hasta las cuatro esquinas del atrio; allí, en cada esquina del atrio, había un corral. 22Al abrigo de las cuatro esquinas había corrales de veinte metros de longitud por quince de anchura; los cuatro tenían las mismas dimensiones. 23Los cuatro estaban cercados; al pie de la cerca había hogares. 24Y me dijo:
-Éstas son las cocinas donde los servidores del templo cocerán los sacrificios del pueblo.

Explicación.

46,1-3 Se refiere a la puerta que une el atrio exterior, donde se queda el pueblo, con el atrio interior, donde se encuentra el altar y el edificio del santuario. El príncipe se queda a distancia, pues el acto de sacrificar compete a los sacerdotes.

46,9 No conocemos el sentido de esta disposición. Se diría ritual más bien que funcional.

46,12 Sobre ofrendas voluntarias y votos véanse Lv 7,16; 22,18-21; Nm 15,3; 30.

46,16-18 La tierra es don de Dios, repartida por suertes a tribus y familias; los lotes han de quedar por herencia dentro de la familia, por eso se llaman también heredad; así cada generación participa en el don original de Dios, mientras se siente arraigada en la tierra. El desarraigo lleva a la dispersión y la miseria. La acumulación de posesiones rústicas es en Israel una explotación que va contra el plan originario del Señor. En la nueva ordenación, el príncipe debe garantizar el reparto y debe comenzar con su ejemplo: no permitiendo el enriquecimiento indebido de algunos favoritos y no expropiando al pueblo.

46,19-23 La disposición sirve para los sacrificios de comunión, en los que participaban como comensales los asistentes.

EZEQUIEL. CAPÍTULO 45.

Reparto de la tierra (Jos 13-21)

451Cuando repartáis a suertes las heredades de la tierra, reservaréis para el Señor como tributo un coto sagrado de doce kilómetros y medio de longitud por diez de anchura. Toda su superficie será sagrada. 2[En ella se dejará para el santuario un cuadro de doscientos cincuenta netros de lado, rodeado de veinticinco metros de pastos]. 3Aquí acotaréis una parcela de doce kilómetros y medio de largo por cinco de ancho, en la que se levantará el santuario. 4Es la parcela sacrosanta del país. Se adjudicará a los sacerdotes ministros del santuario que se acercan al Señor para servirle. Allí tendrán solares para sus casas y pastos para el ganado. 5A los levitas, empleados del templo, se les adjudicará una propiedad de doce kilómetros y medio de longitud por cinco de anchura, para que tengan ciudades donde habitar. 6El área señalada como término de la ciudad medirá doce kilómetros y medio de largo por dos y medio de ancho, a lo largo del coto sagrado. Pertenecerá a toda la casa de Israel.
7Al príncipe le asignaréis territorios a ambos lados del coto sagrado y del término de la ciudad; se extenderán desde el límite del coto sagrado y del término de la ciudad hasta el mar por occidente y hasta la frontera por oriente. Su longitud de frontera a frontera corresponde a una de las porciones asignadas a las tribus. 8Esta será su posesión en Israel. Mis príncipes ya no explotarán a mi pueblo, sino que adjudicarán la tierra a la casa de Israel, por tribus.
9Esto dice el Señor: ¡Basta ya, príncipes de Israel! Apartad la violencia y la rapiña y practicad el derecho y la justicia. Dejad de atropellar a mi pueblo -oráculo del Señor-.
10Usad balanzas precisas y medias fanegas justas y cántaras justas. 11La media fanega y la cántara tendrán cabida fija. La media fanega y la cántara serán la décima parte de la carga. La media fanega será el patrón. 12El siclo valdrá veinte óbolos. Cinco siclos serán siempre cinco siclos, diez siclos serán siempre diez siclos y cincuenta siclos valdrán una mina.
13Arancel tributario: un celemín por cada carga de trigo y un celemín por cada carga de cebada. 14Tasa de aceite (el aceite se medirá con la cántara): un azumbre por cada coro, pues diez azumbres hacen un coro. 15Una oveja por cada rebaño de doscientas cabezas, como tributo de las familias de Israel, para expiar por medio de la ofrenda, del holocausto y del sacrificio de comunión -oráculo del Señor-.
16Toda la población en Israel está obligada a dar al príncipe este tributo. 17El príncipe es responsable del holocausto, la ofrenda y la libación en las fiestas, novilunios, sábados y solemnidades de la casa de Israel. Él en persona hará el sacrificio expiatorio, la ofrenda, el holocausto y el sacrificio de comunión para expiar por los pecados de la casa de Israel.
18Esto dice el Señor: El día uno del mes primero tomarás un novillo sin defecto y purificarás el santuario. 19El sacerdote tomará sangre de la víctima expiatoria, untará con ella las jambas del templo y los cuatro ángulos del bloque del altar y las jambas de la puerta del atrio interior. 20Lo mismo harás el siete del mes [por los que hayan pecado por inadvertencia o por ignorancia, y así expiarás por el templo]. 21El día catorce del mes primero celebraréis la pascia. 22Comeréis panes ázimos durante siete días. El primer día ofrecerá el príncipe un novillo como víctima expiatoria por sí y por toda la población del país. 23Cada uno de los siete días de la fiesta ofrecerá el Señor en holocausto siete novillos y siete carneros sin defecto y un macho cabrío como víctima expiatoria. 24Añadirá una ofrenda de media fanega por cada novillo y media fanega por cada carnero, más un azumbre de aceite por cada media fanega. 25En la fiesta del día quince del mes séptimo se hará la misma ofrenda durante siete días: sacrificio expiatorio, holocausto, ofrenda y aceite.

Explicación.

45,1-6 No es fácil comprender esta geografía. En un mapa nuestro, trazado de norte a sur, debemos imaginarnos franjas horizontales de 12,5 km de anchura. Entre las tres forman un cuadrado. La superior, de 5 km de altura es para los sacerdotes; la siguiente, igual, es el coto sagrado del templo; la siguiente, igual, es para los levitas; la inferior es propiedad común de todo Israel, y mide 2,5 km de altura.

45,7 El príncipe ocupa el puesto del rey en la nueva ordenación. Su territorio ocupa un puesto privilegiado, como guardián del cuadrilátero central; sus posesiones se alargan en una franja ininterrumpida, paralela horizontalmente a las de las tribus. De sus funciones habla el capítulo siguiente.

45,8 La tarea del reparto renueva la actividad de Josué, que tampoco tenía título de rey. En la frase contra la explotación del pueblo resuenan recuerdos tristes de muchos monarcas, remontándose quizá a la descripción de 1 Sm 8 y a los comienzos de Salomón y Roboán.

45,9 En tono de oráculo profético, interrumpe el curso de la exposición.

45,10-12 Normas de justicia para el comercio y para los aranceles del templo (cfr. Lv 19,35s; Dt 25,13-16; Prov 11,1; Miq 6,11).

45,13-17 Son tributos para el culto, que el príncipe recibe como simple mediador.

45,18-25 El calendario difiere de los tradicionales (Ex 23,14-16; Lv 23; Dt 16) porque no menciona pentecostés; la expiación podría considerarse englobada en la fiesta de año nuevo. Se advierte una gran insistencia en los sacrificios expiatorios.


EZEQUIEL. CAPÍTULO 44.

441Luego me hizo volver a la puerta exterior del santuario que mira a levante; estaba cerrada.
2Y me dijo:
-Esta puerta permanecerá cerrada. No se abrirá nunca y nadie entrará por ella, porque el Señor, el Dios de Israel, ha entrado por ella; permanecerá cerrada. 3Sólo el príncipe en funciones podrá sentarse allí para comer el pan en presencia del Señor; entrará por el vestíbulo de la puerta y saldrá por el mismo camino.
4Luego me llevó por la puerta septentrional hacia la fachada del templo. Contemplé la gloria del Señor, que llenaba el templo del Señor, y caí rostro en tierra.
5Y me dijo:
-Hijo de Adán, fíjate bien, mira con los ojos, escucha con los oídos: voy a comunicarte los preceptos y leyes del templo del Señor. Fíjate bien en los que tienen acceso al templo y al santuario.
6Dile a la casa rebelde, a la casa de Israel: Basta ya de perpetrar abominaciones, casa de Israel. 7Profanáis mi templo metiendo en mi santuario extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, y ofreciéndome como alimento  grasa y sangre, mientras quebrantáis mi alianza con vuestras abominaciones. 8En vez de atender al servicio de mis cosas santas, les encargáis a ellos el servicio de mi santuario. 9Por tanto, esto dice el Señor: Ningún extranjero incircunciso de corazón e incircunciso de carne entrará en mi santuario; absolutamente ninguno de los extranjeros que viven con los israelitas.
10Los levitas, que se alejaron de mí cuando Israel se extravió, abandonándome para seguir a sus ídolos, pagarán su culpa, 11y desempeñarán en mi santuario el oficio de porteros y sacristanes del templo. Ellos degollarán las víctimas del holocausto y del sacrificio del pueblo, al servicio de la gente. 12Porque le sirvieron delante de sus ídolos, arrastrando al pecado a la casa de Israel; por eso les juro con la mano en alto -oráculo del Señor- que pagarán sus culpas, 13y no se acercarán a mí para oficiar como sacerdotes ni podrán acercarse a mis cosas santas o sacrosantas. Cargarán con su ignominia y con las abominaciones que perpetraron. 14Yo los nombro encargados de todos los servicios y oficios auxiliares del templo.
15Pero los sacerdotes levíticos descendientes de Sadoc, que se hicieron cargo del servicio de mi santuario cuando los israelitas anduvieron extraviados lejos de mí, se acercarán a mí para servirme y estarán en mi presencia, para ofrecerme grasa y sangre -oráculo del Señor-. Ellos entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa como ministros míos y se encargarán de mi servicio.
17Cuando tengan que entrar por la puerta del atrio interior, se pondrán vestiduras de lino; no llevarán ropa de lana cuando vayan a oficiar en las puertas del atrio interior o dentro del atrio. 18Irán tocados con turbantes de lino, llevarán calzones de lino, pero no se ceñirán, para no sudar. 19Cuando tengan que salir al atrio exterior, donde está el pueblo, se quitarán las vestiduras con las que oficiaron, dejándolas en las sacristías, y se pondrán otra ropa. Así no consagrarán al pueblo con sus vestiduras.
20No se raparán la cabeza ni irán desmelenados; se recortarán el pelo. 21Ningún sacerdote beberá vino cuando vaya a entrar en el atrio interior. 22No tomarán por mujer a viuda ni a repudiada; sólo podrán casarse con vírgenes de linaje de la casa de Israel o con la viuda de un sacerdote. 23Declararán a mi pueblo lo que es sagrado y lo que es profano y dictaminarán lo que es puro o impuro. 24En los pleitos actuarán como jueces. Sentenciarán según mis leyes; guardarán mis mandatos y preceptos en todas mis festividades y santificarán mis sábados. 25No se contaminarán con ningún cadáver, a no ser del padre, la madre, el hermano o la hermana soltera. 26Después de purificarse, contará siete días, 27y cuando vaya a entrar en el atrio interior para oficiar en el santuario, ofrecerá por sí mismo un sacrificio expiatorio -oráculo del Señor-.
28No tendrán propiedad hereditaria: yo soy su propiedad; no les daréis ninguna posesión en Israel: yo soy su posesión. 29Comerán la ofrenda y las víctimas de los sacrificios expiatorios y penitenciales. 30También les pertenece todo lo dedicado al Señor. Lo mejor de las primicias de toda especie y de los tributos de toda especie será para los sacerdotes. La primicia de vuestra molienda se la daréis al sacerdote para que la bendición descienda sobre tu casa. 31Los sacerdotes no comerán ningún ave ni animal terrestre muerto desgarrado por una fiera.

Explicación.

44,1-4 Son conocidas en diversas culturas las grandes puertas reservadas a la divinidad o a los héroes. En el AT las puertas del Sal 24 y del 118. En ellas se celebra un rito periódico. En contraste, la puerta oriental del templo ha sido escogida para un acto único e irrepetible: la entrada del Señor para morar en medio de su pueblo, para siempre. El pueblo ha de recordar este momento como decisivo en su historia futura.

44,5 Estos preceptos, según la introducción, parecen continuar la ley fundamental de 43,12; según el contenido, presentan un aire pequeño de restauración, que no responde a la visión de la nueva era. Hay que leerlos como adición que refleja la lectura de los grandes textos por una comunidad que comienza a vivir otra vez en la patria.

44,6 Esa comunidad no parece haber recibido la efusión de espíritu del capítulo 36, sino que vuelve a llamarse Casa Rebelde. El autor que ha reunido estos preceptos ha procurado escalonar su material: extranjeros, pueblo, levitas, sadoquitas. Los extranjeros son excluidos porque no llevan la señal de la circuncisión, que distingue al pueblo escogido, y además, por su corazón incircunciso. Exclusivismo moral y religioso en la línea de Lv 22,25 y Dt 23,2-4, contra Is 56,3-8. Los levitas son degradados por un supuesto pecado antiguo. Los sadoquitas son absueltos por su fidelidad al culto y obtienen privilegios cúlticos y materiales (contra 22,26).

44,10-14 No tenemos otras noticias de semejante delito grave contra le ley de Dt 13. El delito tenía pena de muerte; aquí se reduce a degradació. ¿Por qué? ¿Insinúa que el delito fue de los antepasados? Entonces iría contra la nueva norma de los capítulos 18 y 33 sobre responsabilidades.

44,17 Véase Ex 28.

44,20 Véanse Lv 10,6; 21,5.10.

44,21 Véase Lv 10,9.

44,22 Véase Lv 21,7.14 y 22,13.

44,23 Véanse 22,26 y Lv 10,10.

44,24 Véase Dt 17,8-13.

44,25 Véanse Lv 21 y Nm 19.

44,28-30 Véase Nm 18,8-19.20-32 y Dt 18,2.

44,31 Prescripción general en Ex 22,30; especialmente aplicada al sacerdote en Lv 22,8.

EZEQUIEL. CAPÍTULO 43.

Vuelve la gloria (Ex 40,34s; 1 Re 8,10s; 10,19; 11,23)


431Me condujo a la puerta oriental: 2vi la gloria del Dios de Israel que venía de oriente, conestruendo de aguas caudalosas; la tierra reflejó su gloria. 3La visión que tuve era [como la visión que había contemplado cuando vino a destruir la ciudad] como la visión que había contemplado a orillas del río Quebar. Y caí rostro en tierra. 4La gloria del Señor entró en el templo por la puerta oriental. 5Entonces me arrebató el espíritu y me llevó al atrio interior. La gloria del Señor llenaba el templo.

6Entonces oí a uno que me hablaba desde el templo -el hombre seguía a mi lado-, 7y me decía: 
-Hijo de Adán, éste es el sitio de mi trono,
el sitio de las plantas de mis pies,
donde voy a residir para siempre
en medio de los hijos de Israel.
La casa de Israel y sus monarcas
ya no profanarán mi nombre santo
con sus fornicaciones
ni con los cadáveres de sus reyes difuntos.
8Poniendo su sumbral junto a mi umbral
y las jambas de sus puertas
pegadas a las mías
-ellos y yo pared por medio-,
profanaron mi nombre santo
con las abominaciones que perpetraron,
y por eso los consumió mi ira.
9Pero ahora alejarán de mí sus fornicaciones
y los cadáveres de sus monarcas,
y residiré en medio de ellos para siempre.
10Y tú, hijo de Adán, describe a la casa de Israel el templo, a ver si se avergüenzan de lo que hicieron. La estructura y disposición del templo, sus entradas y salidas, sus preceptos y leyes, enséñaselos y diséñalos, para que pongan por obra todas sus leyes y preceptos.
12Ley y templo. El área entera de la cima del monte es lugar sacrosanto. Ésta es la ley del templo.
13Dimensiones del altar (en codos mayores de a codo y palmo). La caja del altar medía medio metro de profundidad y medio metro de espesor; entre el bordillo y el altar quedaba un espacio de medio metro; el bordillo medía una cuarta.
14Alzado el altar. El bloque inferior desde la caja medía un metro de altura y tenía un rellano de medio metro. El bloque superior medía dos metros de altura y tenía un rellano de medio metro. 15Desde aquí hasta el ara, dos metros de altura. Del ara sobresalían cuatro remates.
16Dimensiones del ara. Un cuadrado de seis metros de lado. 17El bloque superior era un cuadrado de siete metros de lado. Entre el altar y el bordillo quedaba un espacio de medio metro; el bordillo que lo rodeaba medía veinticinco centímetros. La escalinata del altar miraba al oriente.
18Me dijo:
-Hijo de Adán, esto dice el Señor: Preceptos sobre el altar. El día en que terminen de construírlo, para ofrecer holocaustos y rociarlo de sangre, darás un novillo para el sacrificio expiatorio 19a los sacerdotes levitas del linaje de Sadoc, que se acercan a mí para servirme -oráculo del Señor-. 20Tomarás su sangre, untarás con ella los cuatro salientes del altar, los cuatro ángulos de sus bloques y el bordillo que rodea la base, y así lo purificarás y lo expiarás. 21Tomarás el novillo del sacrificio expiatorio y lo quemarán en el sitio establecido del templo, fuera del santuario. 22El segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto como sacrificio expiatorio; con él expiarán el altar lo mismo que lo expiaron con el novillo. 23Terminada la expiación, ofrecerás un novillo y un carnero sin defecto, 24los ofrecerás al Señor, y los sacerdotes les echarán sal y se los ofrecerán al Señor en holocausto. 25Durante siete días ofrecerás un macho cabrío como sacrificio expiatorio, y ofrecerán un novillo y un carnero sin defecto. 26Durante siete días purificarán el altar, lo expiarán y lo consagrarán. 27Así pasarán estos siete días. A partir del octavo, los sacerdotes ofrecerán sobre el altar vuestros holocasutos y vuestros sacrificios de comunión. Y yo os los aceptaré -oráculo del Señor-.


Explicación.





43,1-11 Llega el momento culminante: a la visión trágica de los cap. 8-11 responde, a unos veinte años de distancia, esta visión de esperanza. La Gloria del Señor retorna al lugar de donde partió. Ello no significa volver al pasado como si nada hubiera ocurrido; se trata de un nuevo comienzo que brota de la experiencia del doble fracaso: fracaso del pecado, "las abominaciones que perpetraron", fracaso del castigo, "los consumió mi ira". Una promesa del Señor inaugura la nueva era "para siempre"; el anuncio de la obediencia del pueblo la completa. Ha precedido el don del espíritu del capítulo 36.


43,2 Rápidamente se desanda el camino de 11,23 y 10,19. La Gloria llega desde oriente, como un esplendor, y la primera respuesta es el reflejo de la tierra (comparar con Is 6).

43,3 Después le toca a Ezequiel ser el primer adorador humano, representando al pueblo, en un gesto profético (como Josué en Jos 5). No habla de humo ni de nube.

43,7 Trono puede ser el arca, en el templo, la ciudad (Jr 3,16s; 14,21; 17,12); el templo es también estrado (Sal 99,5; 132,7; Is 60,13). Ambos son atributos de realeza, porque el Señor será el rey de Israel.

43,7b-8 El oráculo polemiza contra la cercanía de palacio y templo, de la que hablan 1 Re 6 y 2 Re 11. Esa cercanía no respetaba suficientemente la distinción entre sacro y profano, y agravaba los pecados cometidos por los monarcas. Fornicaciones eran los cultos idolátricos (cap.8); en vez de "cadáveres" se podría tratar de estelas funerarias erigidas cerca del recinto del templo.

43,10-11 Es la vergüenza de que hablaban 16,61-63 y 20,43. Se puede entender en dos planos: el templo, con su armonía y perfección es un reproche de la mala conducta pasada del pueblo; o bien, la salvación inmerecida que el Señor otorga con su presencia es reproche de lo que hicieron y recuerdo de lo que merecieron. Además el templo se convierte en ley y norma que gobierne la vida litúrgica y por ella toda la conducta.

43,12 Parece introducir lo que sigue, al estilo de Lv 6,2 y 7,1. El Señor añade una declaración importante. Antes era "sacrosanta" la pieza interior del santuario; en adelante lo será toda la cumbre del monte a la redonda. Esto significa una dilatación conquistadora del espacio sacro, que no excluirá, antes acogerá al pueblo.

43,13-17 El altar (de los holocaustos) tiene forma algo apuntada, de cinco metros de altura. Sobre el ara se queman las víctimas, de modo que el olor y el humo se elevan sin afectar al atrio interior, y el pueblo puede ver el fuego y el humo desde el atrio exterior.

43,17 Por lo visto, un copista se saltó la referencia al bloque inferior, que podría sonar así: "el bloque inferior era un cuadrado de ocho metros de lado". Una traza diversa del altar leemos en Ex 20,25-26.

43,18-27 Compárese con Ex 29; Lv 8 y 16. En la nueva era continuará la práctica regular del culto con sacrificios.

EZEQUIEL. CAPÍTULO 42.

421Me sacó a la parte septentrional del atrio exterior y me condujo a un bloque de habitaciones situado frente al recinto y frente al pabellón, por el norte. 2Medía cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho, por el lado norte. 3Se levantaba entre el recinto interior de diez metros y la acera del atrio exterior. Tenía tres galerías, una encima de otra. 4La fachada de este bloque daba a una calle interior, de cinco metros de ancho por cincuenta de largo. Este bloque comunicaba con la calle por el norte.
5Las habitaciones del piso superior eran menos amplias que las de los pisos bajo e intermedio, porque las galerías les robaban espacio. 6En efecto, el bloque constaba de tres plantas, y no tenía columnas como las del atrio exterior; por esto estaba escalonado, con entrantes en los pisos intermedio y superior. 7Un muro de veinticinco metros de longitud separaba este bloque de habitaciones del atrio exterior. 8El bloque del atrio exterior medía veinticinco metros de longitud. Este bloque caía enfrente del otro y medía cincuenta metros. 9Desde el atrio exterior se podía entrar en este bloque de habitaciones por una puerta que se abría al este, en el arranque del muro del atrio. 10Al sur había otro bloque gemelo frente al recinto y al pabellón. 11Delante pasaba una calle. tenía el mismo aspecto que el bloque del norte; medía lo mismo de longitud y de anchura, tenía idénticos accesos y estructura. 12Al pie de este bloque se abría una puerta en el arranque del muro, por la parte oriental.
13Me dijo: "Las habitaciones de estos bloques, septentrional y meridional, emplazados frente al recinto, son sacristías. En ellas los sacerdotes que se acercan al Señor comerán los manjares sacrosantos. En ellas depositarán la oblación sacrosanta y la ofrenda, el sacrificio expiatorio y el penitencial, pues el lugar es sagrado. 14Los sacerdotes que entren allí no podrán salir del recinto santo al atrio exterior sin antes quitarse las vestiduras con las que oficiaron, pues son sagradas. Deben mudarse de ropa antes de acercarse adonde está el pueblo".
15Cuando terminó de medir el ámbito del templo, me sacó pro la puerta oriental y se puso a medir el perímetro del templo. 16El lado oriental medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 17Pasó al lado septentrional, que medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 18Pasó al lado meridional, que medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 19Pasó al lado occidental, que medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 20Lo midió por los cuatro costados. Lo circuncidaba una muralla de doscientos cincuenta metros de ancho por doscientos cincuenta de largo, que separaba lo sacro de lo profano.

Explicación.

42,1-20 La forma cuadrada es símbolo de perfección. El templo es un universo aparte, un mundo sacro separado sólidamente del profano. Por dentro su sacralidad tiene grados, según espacios rigurosamente delimitados. La entrada a este mundo sacro y el progreso a zonas de sacralidad creciente está perfectamente controlado por escaleras y largas puertas con función simbólica. Subidas e introitos son los gestos humanos que simbolizan el acceso a la esfera sacra. Esto no basta para los sacerdotes: su acercamiento y entrada se simbolizan también con cambio de vestidos y finalmente con un baño ritual. Véase el comentario al Levítico.