viernes, 16 de octubre de 2015

ISAÍAS II. CAPÍTULO 53.

531¿Quién creyó nuestro anuncio?
¿A quién mostró el Señor su brazo?
2Creció en su presencia como brote,
como raíz en el páramo:
no tenía presencia ni bellez
que atrajera nuestras miradas
ni aspecto que nos cautivase.
3Despreciado y evitado de la gente,
un hombre hecho a sufrir, curtido en el dolor;
al verlo se tapaban la cara;
despreciado, lo tuvimos por nada;
4a él, que soportó nuestros sufrimientos
y cargó con nuestros dolores,
lo tuvimos por un contagiado,
herido de Dios y afligido.
5Él, en cambio, fue traspasado
por nuestras rebeliones,
triturado por nuestros crímenes.
Sobre él descargó el castigo que nos sana
y con sus cicatrices nos hemos curado.
6Todos errábamos como ovejas,
cada uno por su lado,
y el Señor cargó sobre él
todos nuestros crímenes.
7Maltratado, aguantaba, no abría la boca;
como cordero llevado al matadero,
como oveja muda ante el esquilador,
no abría la boca.
8Sin arresto, sin proceso, lo quitaron de en medio, 
¿Quién meditó en su destino?
Lo arrancaron de la tierra de los vivos,
por los pecados de mi pueblo lo hirieron.
9Le dieron sepultura con los malvados
y una tumba con los malhechores,
aunque no había cometido crímenes
ni hubo engaño en su boca.
10El Señor quería triturarlo con el sufrimiento:
si entrega su vida como expiación,
verá su descendencia, prolongará sus años
y por su medio triunfará el plan del Señor.
11Por los trabajos soportados
verá la luz, se saciará de saber;
mi siervo inocente rehabilitará a todos
porque cargó con sus crímenes.
12Por eso le asignaré
una porción entre los grandes
y repartirá botín con los poderosos:
porque desnudó el cuello para morir
y fue contado entre los pecadores,
él cargó con el pecado de todos
e intercedió por los pecadores.

Explicación.

53,1 Toma la palabra el "nosotros" coral. El "brazo del Señor" se revela en acción, pero no siempre es reconocido. Especialmente ahora, muchos se resisten a reconocerlo. Hay que creer para comprender.

53,2-11 Lo que anuncian no es una teoría ni una ideología, sino la biografía escueta de un personaje: nacimiento y crecimiento (2), sufrimiento y pasión (3.7), condena y ejecución (8), sepultura (9), glorificación (10-11). Quienes proclaman el mensaje expresan su participación profunda, su cambio de actitud, su conciencia lúcida del sentido de los hechos.

53,2-3 "Como brote": compárese con 11,1. Es una pura presencia, llamativa por su dolor y humillación. Hombre, pero desfigurado; en una sociedad, pero despreciado. Los demás interpretan su sufrimiento como castigo de Dios y temen contagiarse: Sal 31,11s; 38,8-9.12; Lam 3,1.14.

53,4-5 En salmos de súplica el orante puede confesar su pecado, p. ej. en 38,5.19; Lam 3,40.42; aquí los espectadores son quienes lo confiesan. El dolor demuestra un pecado, no de quien sufre, sino de los que lo contemplan. Sin ser pecador, él aceptaba la consecuencia del pecado, y sufriendo en silencio, abría los ojos a los pecadores. El dolor es suyo, el pecado es nuestro.

53,6 Imagen clásica del rebaño (Jr 23,1-3; Ez 34,4-6). Ha sido Dios quien ha realizado su designio: cfr. Lam 1,14.18; 2,1-9; 3,38; 4,16.

53,7 El silencio se aprecia como palabra elocuente; recuérdese la mudez de Ezequiel (3,26).

53,8 Por la condena, entra con fuerza el tema de la injusticia humana: véanse Sal 7, 7.9.12; 35,11.23.24. Pero el juicio de Dios es destino, no condena.

53,9 La sepultura sella una vida de dolores y desprecios. Termina en la fosa común de los ajusticiados (cfr. 14,19). Los narradores añaden, como una lápida, que era inocente en obras y palabras: ¿no es demasiado tarde? Él no protestó su inocencia (como p. ej. Sal 7,9; 17,1-5; Job 31).

53,10-11a En salmos de acción de gracias, la liberación consistía en conservar la vida librando de la muerte. Aquí la liberación tiene que alcanzar más allá de la muerte. Sólo una liberación total librará de la destrucción total, y la muerte ya no será definitiva. Se ha cumplido el designio de Dios: véanse 42,21; 44,28; 46,10; 48,14.

             "Expiación" es término típico del culto (Lv 4-5; 7; 14). Vida larga y descendencia pertenecen a las bendiciones clásicas (Dt 4,40; 5,33; 30,20; Sal 91,16). Tener éxito: Sal 1,3. El texto hebreo de 11a es dudoso: dice sólo "verá", el griego añade el complemento "luz"; para "ver + saciarse" cfr. Sal 17,15.

53,11b-12 Dios confirma el mensaje. Anula el juicio humano declarando inocente a su siervo. Más aún, su pasión inocente servirá para llevar a la justicia a los demás. Esos hombres rehabilitados, liberados de una condena merecida, serán el despojo o botín de la victoria. Su pasión y muerte ha sido "intercesión" aceptada, su silencio ha sido escuchado. El NT cita o alude a este texto, según la siguiente cita de versículos:1 52,15; 2 Rom 15,21; 53,1:3  Rom 10,16; 4; Mt 8,17; Heb 2,10; 5: Rom 4,25; 1 Pe 2,24; 6: 2 Cor 5,21; 7: Mt 26,63; Hch 8,32; 8: Mt 27,26; Hch 8,33; 9; Mt 27,57; 1 Pe 2,22; 10: 1 Pe 2,1; 11: Lc 22,37.

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