domingo, 1 de noviembre de 2015

ISAÍAS III. CAPÍTULO 57.

571Perece el inocente, y nadie hace caso;
se llevan a los hombres fieles,
y nadie comprende
que ante la maldad se llevan al inocente,
2para que entre en la paz
y descanse en su lecho
el que procedía con sinceridad.

Idolatría (Is 65,1-7; Ez 16)

3Acercaos vosotros, hijos de bruja,
estirpe de adúltera y prostituta:
4¿De quién os burláis abriendo la boca
y sacando la lengua?
¿No sois vosotros hijos ilegítimos,
prole bastarda?
5Vosotros, que os enceláis entre los robles,
bajo cualquier árbol frondoso;
que degolláis niños en la torronteras
y entre los huecos de las peñas.
6Los cantos del torrente serán tu herencia,
ellos serán tu lote:
en su honor derramabas libaciones
y ofrecías sacrificios.
7Sobre un monte alto y elevado colocabas tu lecho;
allá subías a ofrecer sacrificios.
6d (¿Podrá eso aplacarme?).
8Tras las jambas de la puerta
colocabas tu emblema;
prescindiendo de mí, te desnudabas,
subías al lecho y hacías sitio;
sacabas partido de tus amantes,
con los que te gustaba acostarte,
mirando el falo.
9Ibas a Moloc con ungüento,
prodigando perfumes;
despachabas lejos a tus mensajeros,
los hacías bajar hasta el Abismo.
10Te cansabas de tanto caminar,
pero no decías "es inútil",
recobrabas fuerzas y no desfallecías.
11¿Quién te asustaba, a quién temías para negarme
y no acordarte de mí ni pensar en mí?
¿No es que yo callaba y disimulaba,
y por eso no me temías?
12Pero yo te denunciaré tu justicia y tus obras,
no te aprovecharán tus ídolos
13ni te librarán cuando grites;
a todos los barrerá el viento,
un soplo los arrebatará.
Pero el que se refugia en mí, heredará elpaís
y poseerá mi Monte Santo.

Consuelo (Is 63,10-12)

14Allanad, allanad, despejad el camino,
quitad todo tropiezo
del camino de mi pueblo,
15porque así dice el Alto y Excelso,
Morador eterno, cuyo nombre es Santo:
Yo moro en la altura sagrada,
pero estoy con los de ánimo
humilde y quebrantado,
para reanimar a los humildes,
para reanimar el corazón quebrantado.
16No estaré en pleito perpetuo
ni me irritaré por siempre,
porque ante mí sucumbirán el espíritu
y el aliento que yo he creado.
17Por su delito me irrité un momento,
lo herí y me oculté irritado,
él se apartó y tiró por su camino.
18Yo vi sus andanzas, pero lo curaré,
lo guiaré, lo pagaré con consuelos;
19y a los que hacen duelo por él,
les haré brotar en los labios este canto:
"Paz al lejano, paz al cercano
-dice el Señor-, y lo curaré".

Contraste

20Los malvados son como el mar borrascoso,
que no pueden calmarse:
sus aguas remueven cieno y lodo.
21No hay paz para los malvados -dice mi Dios-.

Explicación.

57,1 La despreocupación de los jefes ocasiona la desgracia del inocente: los jefes no se ocupan de él (Is 1,23) o lo condenan, los demás no se dan por enterados; véase Am 5,13.

57,2 Texto e interpretación son dudosos. En el horizonte de Sab 3,1-4, anunciaría el premio final de la víctima inocente. Con sentido adversativo, la frase anunciaría tiempos mejores, de paz y descanso para el inocente.

57,3-13 Sombrío cuadro de la idolatría, que puede competir con los más ásperos de Jeremías o Ezequiel; en particular, el autor parece inspirarse en Ez 16 y 23. ¿Describe este cuadro la conducta de repatriados algún tiempo después del retorno? Sería extraña tan rápida degeneración. Entonces ¿se dirige a grupos particulares, samaritanos o gente que permaneció en Palestina? El lenguaje en segunda persona femenina suele personificar a la nación o la ciudad.

           El cuadro se articula en cuatro partes: introducción (3); delito y condena (4-6); delito y condena (7,13a); promesa para los fieles (13b).

57,3 Interpelación violenta, no menos que 1,10 (Sodoma y Gomorra) o Ez 16,2.

57,4 La comunidad de Israel está desposada con el Señor por la alianza, sus hijos son hijos de Dios (Dt 14,1), pueblo santo o consagrado. Cuando Israel es infiel y comete adulterio, los hijos son bastardos (Os 2,6). No tienen derecho a burlarse de otros pueblos, apelando a privilegios que ellos han invalidado.

57,5 Cultos idolátricos con sacrificios humanos: Jr 7,31; Ez 16,20; 23,37. La función de torrentes y barrancos no tienen antecedentes; ¿o alude al valle de Hinnón?

57,6 El castigo responde al delito: tendrán como lote (Jos 18), estéril e infecundo, las piedras a las que ofrecían libaciones. O bien, las piedras del torrente servirán para apedrearlos y cubrir como sepultura sus cadáveres (Jos 7,24-26); hasta podría haber una reminiscencia de 1 Sm 17,40.49.

57,7-8 La segunda acusación se refiere al culto de Baal, en altozanos coronados de árboles sagrados; en ellos se  practicaban ritos de fecundidad, quizá con prostitución sagrada. El "emblema" podría ser señal del oficio, y la palabra yad parece referirse a un signo fálico. Véanse las descripciones de Ez 16,16-17.31; 23,41.

57,9-10 No contenta con los dioses cananeos (Jos 24), la infiel esposa viaja para importar más divinidades, hasta dioses infernales del Abismo. Compárese este afán infatigable con la fatiga de 40,29-31.

57,11 Amor y temor, seducción e intimidación, pueden ser dos fuentes de idolatría. Como su Dios no castiga, Israel siente miedo de otros dioses o de poderes terrenos: 8,12; 51,12s. Ahora bien, si el Señor no castigaba, era porque esperaba pacientemente (Rom 3,25-27).

57,12-13a Sentencia. La fórmula parece irónica: "anunciar tu justicia" es proclamar la justicia de Dios: p. ej. Sal 22,32; 50,6; 97,6. El Señor desenmascara la pretendida inocencia de la otra parte. Frente a la sentencia del Señor, "no aprovechan" los ídolos (Jr 2,8.11; Hab 2,18; 1 Sm 12,21).

57,13b Conclusión (o adición) por contraste, especialmente con el verso 6: lote / posesión, cantos / Monte Santo.

57,14-21 Si abarcamos hasta el final del capítulo, reconocemos el apéndice de contraste que venimos observando: denuncia (56,9-57,1); promesa (2; 57,3-13a y 13b idem): promesa (57,14-19): amenaza (20-21).

57,14 El comienzo con doble imperativo y los temas del éxodo recuerdan a Isaías Segundo. Es como si el pueblo no hubiera llegado aún o llegara una nueva caravana. Para los ya repatriados "camino y tropiezo" adquieren valor metafórico: 8,14; Ez 3,20; 14,3.4.7.

57,15 Títulos de realeza. Desde su altura, Dios condesciende: Sal 113,6 y el Magnificat. "Espíritu humilde" (Prov 16,19). "Corazón quebrantado" (Sal 51,19).

57,16 Reminiscencia de Sal 103,9 y de Jr 3,4.12, que resuelve el pleito de Dios con su pueblo. El Señor es "Dios de los espíritus de todos los vivientes" (Nm 27,16); retira y restituye el aliento vital (Sal 104,29s).

57,17-18 Puede referirse al destierro reciente, pero desborda el caso particular. Un "momento": 54,7 (el hebreo vocaliza "codicia", que no fue el delito denunciado por Jeremías como causa del destierro). Al ocultar Dios el rostro, el pueblo sigue su camino y se extravía.

57,19 La expresión hebrea es elíptica y audaz: "Voy a crear un brote de labios", o sea, un canto nuevo de alabanza inspirado por Dios. El himno tendrá algo de lozanía vegetal (cfr. Sal 92,15 y Eclo 39,14); brota de la experiencia interior. "Lejanos y cercanos": puede referirse a dispersos y repatriados, a paganos y judíos. Citado en Ef 2,17.

57,20-21 La paz ofrecida no es para los malvados: 48,2. Compárese esta visión del mar agitado (Am 8,8) con la tranquila plenitud de Is 11,9. Un tema de estirpe mitológica se traslada al campo ético.

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