viernes, 1 de enero de 2016

EZEQUIEL. CAPÍTULO 12.

PRIMERA ACTIVIDAD DEL PROFETA II

Al destierro (2 Re 25,11)

121Me dirigió la palabra el Señor:
-Hijo de Adán, vives en la casa rebelde: tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen; pues son casa rebelde. 3Tú, hijo de Adán, prepara el ajuar del destierro (y emigra) a la luz del día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro lugar, a ver si lo ven; pues son casa rebelde. 4Saca tu ajuar, como quien va al destierro, a la luz del día, a la vista de todos, y tú sal al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro. 5(A la vista de todos abre un boquete en el muro y saca por allí tu ajuar). 6Cárgate al hombro el hatillo, a la vista de todos (sácalo en la oscuridad); tápate la cara, para no ver la tierra, porque hago de ti una señal para la casa de Israel.
7Yo hice lo que me mandó: saqué mi ajuar como quien va al destierro, a la luz del día; al atardecer (abrí un boquete en el muro, lo saqué en la oscuridad), me cargué al hombro el hatillo, a la vista de todos.
8A la mañana siguiente me dirigió la palabra el Señor:
9-Hijo de Adán, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías? 10Pues respóndeles: (Esto dice el Señor: Este oráculo contra Jerusalén va por el príncipe y por toda la casa de Israel que vive allí. 11Di: Soy señal para vosotros; lo que yo he hecho se lo harán ellos: irán (cautivos) al destierro. 12El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el equipaje, abrirá un boquete en el muro para sacarlo, lo sacará en la oscuridad y se tapará la cara para que no lo reconozcan. 13Pero tenderé mi red sobre él y lo cazaré en mi trampa; lo llevaré a Babilonia, país de los caldeos, donde morirá sin poder verla. 14A su escolta y a su ejército los dispersaré a todos los vientos y los perseguiré con la espada desnuda. 15Y sabrán que yo soy el Señor cuando los desparrame por los pueblos y los disperse por los territorios. 16Pero dejaré a unos pocos, supervivientes de la espada, del hambre y de la peste, para que cuenten sus abominaciones por los pueblos adonde vayan, y sepan que yo soy el Señor.
17Me dirigió la palabra del Señor:
18-Hijo de Adán, como el pan con estremecimiento, bebe el agua con temblor (y susto). 19Para los terratenientes dirás: Esto dice el Señor a los que habitan (en Jerusalén) en la tierra de Israel:
Comerán el pan con susto,
beberán el agua con miedo,
porque devastarán y despoblarán su país
por las violencias de sus habitantes;
20arrasarán las ciudades habitadas
y el país quedará desolado,
y sabréis que yo soy el Señor.

Estribillos (Is 5,18s)

21Me dirigió la palabra el Señor:
22-Hijo de Adán, ¿qué significa ese refrán que decís en la tierra de Israel: "Pasan días y días y no se cumple la visión"? 23Pues diles: Esto dice el Señor: Acabaré con ese refrán y no volverán a repetirlo en Israel. 24Diles tú este otro: "Ya está llegando el día de cumplirse la visión". (Pues ya no habrá visiones vanas ni vaticinios lisonjeros en la casa de Israel). 25Porque yo, el Señor, diré lo que tenga que decir, y lo que diga se hará, no se retrasará más; sino que en vuestros días, casa rebelde, lo diré y lo haré -oráculo del Señor-.
26Me dirigió la palabra el Señor:
27-Hijo de Adán, mira lo que anda diciendo la casa de Israel. "Las visiones de éste van para largo, a largo plazo profetiza".
28Pues diles: Esto dice el Señor: No se retrasarán más mis palabras; lo que diga lo haré -oráculo del Señor-.

Explicación.

12,1-16 Nueva acción simbólica, compuesta de pantomima y explicación. La marcha precipitada se refiere primero al pueblo. Poco después suceden los hechos contados en 2 Re 25,1-7, y un discípulo del profeta añade versos para aplicar el oráculo a Sedecías. Así entran en el texto el príncipe, el boquete y la oscuridad. La acción original se hace a la luz del día y a la vista de todos.

12,2 La introducción intenta justificar la nueva profecía sobre la próxima deportación: las precedentes no han bastado. Los oyentes hacen honor al título que habían recibido, "Casa Rebelde". Su ceguera y sordera voluntarias ya las anunció Is 6,10 y se las reprochará Isaías II, Is 43,8-10.

12,3 Ajuar mínimo y ligero para la larga marcha.

12,5 Alusión a Sedecías. Los deportados salen por la puerta de casa; sólo los fugitivos escapan por un boquete.

12,6 Se cubre la cara en gesto de dolor: 2 Sm 15,30.

12,11 Como conclusión se podría leer la fórmula de reconocimiento "y sabrán que yo soy el Señor", que se encuentra en el v.15.

12,12-15 Aplicación expresa a Sedecías: el escondimiento, la oscuridad preludian la ceguera del que no quiso ver cuando tenía ojos (Jr 38). Dios es imagen de cazador: Os 7,12.

12,13 Os 7,12.

12,14 Véase 5,2.

12,16 Parece nueva adición. Los desterrados reciben otro encargo: justificar el castigo divino contando sus culpas. De ese modo la catástrofe no será deshonra de Dios, sino revelación de su santidad.

12,17-18 Otra acción simbólica destinada a los aldeanos, o a terratenientes, que viven todavía en Judá. El castigo de los campesinos es menos grave que el de la capital: véase Jr 39.

12,21-25 Ezequiel ha lanzado un oráculo de urgencia: "llega el fin" (7,1-12). El tiempo desmiente al prorfeta. Y si era precipitada su urgencia, ¿no será falsa su alarma? Contra el oráculo que parece conjurar el día y el fin, ellos cantan un estribillo rítmico y burlesco: el tiempo se encarga de cancelar las visiones. Es un desafío como el de Is 5,18-19. Por su actitud irónica se acarrean el castigo. y el Señor responde con otro estribillo del mismo ritmo y rimando: los hechos acreditarán su palabra.

12,22 Ez 7.

12,24 Atraído por el tema, suena un oráculo contra los falsos profetas, que halagan anunciando venturas: 1Re 22; Is 30,10; Miq 2,11; 3,5.

12,26-28 El tema es semejante, la objeción algo diversa. Las profecías son verdaderas, pero el cumplimiento pertenece a otra generación (cfr. Is 39,8). Alejando así el final, se lo hace inofensivo, y la palabra del Señor se reduce a predicción que satisface la curiosidad. La respuesta de Dios es tajante y penetrante: si algo consigue el descaro humano es apresurar el plazo.

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