viernes, 1 de enero de 2016

EZEQUIEL. CAPÍTULO 25.

ORÁCULOS CONTRA LAS NACIONES

Contra Amón (Jr 49,1-6; Am 1,13-15; 25,31-33)

251Me dirigió la palabra el Señor:
2-Hijo de Adán, ponte de cara a los amonitas y profetiza contra ellos, 3diciendo a los amonitas:
Escuchad la palabra del Señor: Esto dice el Señor:
Por haber exclamado: "¡Qué bien!",
cuando profanaban mi santuario,
cuando devastaban la campiña de Israel,
cuando la casa de Judá iba al destierro;
4por eso te doy en propiedad a los orientales:
colocarán en ti su campamento;
ellos se comerán tus frutos,
ellos se beberán tu leche.
5Haré a Rabat pastizal de camellos
y a Amón corral de ovejas,
y sabréis que yo soy el Señor.
6Porque así dice el Señor:
Por el palmoteo de tus manos
y el bailoteo de tus pies,
por haberte regocijado, con tu mala entraña,
a costa de los campos de Israel;
7por eso extiendo mi mano contra ti:
te daré como botín a las naciones,
te extirparé de entre los pueblos
y te exterminaré de la tierra,
te destruiré para que sepas que yo soy el Señor.

Contra Moab (Is 15-16; Jr 48)

8Esto dice el Señor:
Por haber dicho Moab:
"Mira, la casa de Judá,
igual que todas las naciones";
9por eso voy a abrir el costado de Moab,
desde sus ciudades fronterizas
hasta Bet Yesimot, Baal Maón
y Quiriataín, la joya del país.
10La daré en propiedad a los orientales,
junto con Amón,
para que no sea nombrada
entre las naciones.
11Haré justicia contra Moab
y sabrán que yo soy el Señor.

Contra Edom (Is 34; Jr 49,7-22; Abd)

12Esto dice el Señor:
Por haberse ensañado Edom en la casa de Judá,
porque delinquió vengándose de ellos;
13por eso, así dice el Señor:
extiendo mi mano contra Edom:
exterminaré de ella hombres y animales,
la convertiré en ruinas:
de Temán a Dedán todos caerán a espada.
14Tomaré venganza de Edom
por mano de mi pueblo, Israel;
tratarán a Edom según mi cólera y mi rabia;
conocerán entonces mi venganza
-oráculo del Señor-.

Contra los filisteos (Is 28,32; Jr 47,1-7; Am 6-8)

15Esto dice el Señor:
Por haberse ensañado los filisteos,
por haber tomado venganza,
aniquilando con mala entraña,
por vieja hostilidad;
16por eso, así dice el Señor:
extiendo mi mano contra los filisteos,
voy a ajusticiar a los verdugos,
voy a acabar con los supervivientes
de la orilla del mar.
17Haré con ellos una venganza terrible,
castigos despiadados,
y sabrán que yo soy el Señor
cuando ejecute en ellos mi venganza.

Explicación.

ORÁCULOS CONTRA LAS NACIONES

Hacia la mitad del libro topamos con un bloque compacto de oráculos dirigidos contra naciones paganas. Se encuentran, aproximadamente, entre la primera y la segunda etapa de la actividad profética de Ezequiel. A este bloque hay que añadir el oráculo contra Amón del cap. 21 y el dirigido a Edom-Seír en el ca. 35.

El género es normal desde Amós, está presente en Isaías I y II y en Jeremías. La razón es política y religiosa. Es destino de Israel salir de entre otros pueblos, atravesar por medio de ellos, vivir rodeado de ellos en relaciones complejas. La voz de los profetas acompaña al pueblo en su peregrinar histórico por medio de las naciones.

Los destinatarios son siete: Amón, Moab, Edom, Filistea, Tiro y Sidón, Egipto. O sea, los reinos vecinos a oriente, occidente y norte,  y el imperio egipcio. El número de siete es clásico, lo extraño es la ausencia de Babilonia, ¿Por qué falta? Porque en el plan de Dios ésta es la hora del imperio babilónico; ya vendrá el profeta que condene a Babilonia (Is 14 y 47; Jr 50-51).

La forma responde con libertad al esquema de juicio: denuncia de delitos, sentencia de condena, ejecución. El Señor es el juez supremo de la historia: juzga a imperios, reinos y divinidades. El profeta actúa como fiscal o como portavoz del Señor. Los delitos son o rencor contra el pueblo escogido o soberbia frente a Dios. El castigo es o una gran catástrofe o la pérdida del poderío.

En cuanto al estilo, estos oráculos son de lo mejor que Ezequiel ha compuesto. La alegoría intelectual está muy mitigada; se suceden imágenes rápidas que conjuran en un par de versos toda una visión desolada, imágenes desarrolladas con dinamismo, símbolos de ascendencia mítica. Incluso series reiterativas, bien declamadas, adquieren una lúgubre solemnidad. Si no todos los oráculos son de Ezequiel, el compilador ha sabido componer una antología brillante.

25,1-17 La serie empieza por una cuaterna de naciones que rodean a Judá por este, sur y oeste. Los oráculos son breves, esquemáticos, bastante ligados todavía a las formas establecidas por Amós (Am 1-2): una breve sentencia que denuncia el delito y conmina la pena. Los cuatro pueblos han rodeado a Judá con rencor y hostilidad, han coreado su desgracia o se han aprovechado de ella. La voz profética gira en torno, recuerda el coro de burlas, y fulmina de parte del Señor la condena. El valor de estos cuatro (o cinco) oráculos esquemáticos reside en la composición. Suponen consumada la caída de Jerusalén.

25,1-5 El reino de Amón quedaba en el actual territorio de Jordania, su capital, Rabat Amón, es la acutal Amán. Es tradicional su hostilidad contra los israelitas: desde el tiempo de los Jueces (Jue 3,13; 10-11), a lo largo de la monarquía (1 Sm 11; 2 Sm 10 y 12; 2 Re 24,2; Jr 14), hasta la época de los Macabeos (1 Mac 5,1-3). Zona en gran parte esteparia, volverá a ser dominio de beduinos "orientales", pastores trashumantes.

25,6-7 El segundo oráculo es genérico. El sintagma "de entre los pueblos" puede ser paronomasia burlesca que juega con el nombre Amón: ´ammon - ´ammim; una leyenda maliciosa los hacía descendientes de un incesto (Gn 19,38 ben - ´mi).

25,8-11 Moab se encontraba al sur de Amón, al este del Mar Muerto. Su hostilidad data desde los tiempos de Sijón y se prolonga durante la época de los Jueces y la monarquía (Jue 3,12-30; 1 Sm 14,47; 2 Re 3). Su delito ha sido no reconocer el puesto único de Judá en la historia. El castigo menciona los accesos mejor protegidos y la zona más fértil.

25,12-14 Según la tradición Edom desciende de Esaú, hermano mayor de Jacob. Ya las viejas tradiciones se divierten a costa de estos bravíos e incultos meridionales, y ellos han hecho honor a esta fama. Las hostilidades se extendieron a lo largo de la historia (Nm 20; 1 Sm 14,47; 2 Sm 8; 1 Re 11; 2 Re 14); pero el espíritu vengativo se excedió al caer Jerusalén; Abd y Sal 137. El texto insiste en la palabra venganza, que atribuida al Señor significa el acto de justicia vindicativa, ejecutado por ministerio de Israel; véase Lam 4,21.

25,15-17 Realmente era vieja la hostilidad de los filisteos, que disputan el territorio a los advenedizos israelitas y, aunque vencidos, legan su nombre a Palestina. El castigo usa un juego de palabras, "aniquiliar" krt con Quereteos. Se discute el significado de dicho término: una función, "verdugos", o bien originarios de Creta (los LXX), o escolta real (2 Sm 8,18; 1 Re 1,38).

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