viernes, 1 de enero de 2016

EZEQUIEL. CAPÍTULO 30.

El día de Egipto

301Me dirigió la palabra el Señor:
2-Hijo de Adán, profetiza: Esto dice el Señor:
Ululad: ¡Ay de aquel día!,
3que está cerca el día, está cerca el día del Señor:
será día anubarrado, la hora de las naciones.
4La espada vendrá contra Egipto,
y Etiopía se estremecerá
cuando caigan acuchillados en Egipto;
les arrebatarán sus tesoros,
demolerán sus cimientos.
5Etiopía, Put, Lidia, y la entera Arabia,
Liba y los habitantes del país aliado
caerán con ellos a espada.
6Esto dice el Señor:
Caerán los que apoyan a Egipto,
su orgulloso poderío menguará;
de Migdal a Asuán caerán a espada
-oráculo del Señor-.
7Quedará el país más desolado
que ningún otro país,
sus ciudades más arruinadas
que ninguna otra ciudad.
8Sabrán que yo soy el Señor
cuando prenda fuego a Egipto
y queden desbaratados cuantos le auxilian.
9Ese día despacharé correos en barcos
para sobresaltar a la confiada Etiopía;
se estremecerán el día de Egipto,
que está llegando.
10Esto dice el Señor:
Pondré fin a la opulencia de Egipto
por medio de Nabucodonosor,
rey de Babilonia.
11A él y a sus tropas, terror de las naciones,
los traigo para devastar el país;
desnudarán la espada contra Egipto,
llenando el país de acuchillados.
12Convertiré el Nilo en sequedal,
venderé el país a desalmados;
arrasaré el país y cuanto hay en él
por mano de bárbaros;
yo, el Señor, he hablado.
13Esto dice el Señor:
Exterminaré a los ídolos,
acabaré con los dioses de Menfis
y con los príncipes de Egipto,
que no existirán más.
14Meteré miedo a Egipto, arrasaré Patrós,
prenderé fuego a Tanis
y haré justicia contra Tebas,
15derramaré mi cólera en Pelusio,
ciudadela de Egipto,
exterminaré a la muchedumbre de Tebas,
16prenderé fuego a Egipto,
Pelusio se retorcerá de dolor,
abrirán brechas en Tebas,
..............................................*
17La flor de Hiliópolis y Bubastis caerá a espada;
las mujeres irán cautivas.
18En Tafnes se oscurecerá el día,
cuando yo rompa allí el cetro de Egipto
y se extinga su terca soberbia;
una nube la velará, sus hijas irán cautivas.
19Haré justicia contra Egipto,
y sabrán que yo soy el Señor.
20El año undécimo, el siete del primer mes, me dirigió la palabra el Señor:
21-Hijo de Adán, le he roto el brazo al faraón, rey de Egipto, y ahí lo tienes, no lo han vendado aplicando medicamentos, colocando un vendaje para que cobre fuerzas, 22y así no puede empuñar la espada; por tanto, esto dice el Señor:
Aquí estoy contra el faraón, rey de Egipto;
voy a romperle los dos brazos, 
el sano y el roto,
y haré que se le caiga la espada de la mano.
23Dispersaré a Egipto entre las naciones,
lo esparciré por los países.
24Le robusteceré los brazos al rey de Babilonia,
y le pondré mi espada en la mano;
al faraón le romperé los brazos,
gemirá ante él con gemidos de acuchillado.
25Fortaleceré los brazos del rey de Babilonia,
al faraón se le caerán los brazos;
sabrán que  yo soy el Señor
cuando entregue mi espada al rey de Babilonia
para que la descargue contra Egipto.
26Dispersaré a Egipto entre las naciones,
lo esparciré por los países,
y sabrán que yo soy el Señor.

Explicación.

30,1-19 Esta agrupación de cuatro oráculos, separados por sendas introducciones, exponen dos temas centrales: el "día" de Egipto y lista de pueblos aliados y localidades. El texto es bastante prosaico y es poco lo que añade a los otros oráculos contra Egipto. Es fácil que se trate de adiciones o explicaciones de discípulos del profeta. La terminología y fraseología son tópicas, sin aciertos imaginativos; los nombres no están aprovechados para paronomasias.

La palabra "día" forma inclusión menor en 2 y 9; unida a "nube" forma inclusión mayor en 3 y 18. Sobre el día del Señor véanse Ez 7; Sof 1; Jl 2 etc.

30,4 Nubia se encontraba al sur de Egipto; véase Is 18.

30,5 En vez de Arabia, algunos lo interpretan como la masa hterogénea de mercenarios: véanse Ex 12,38; Jr 25,20; 50,37.

30,10-12 Los ejecutores de la sentencia reciben nombres y atributos: unos adjetivos poco honoríficos: no por méritos humanos estarán al servicio temporal del Señor.

30,13 El Señor se enfrenta con sus rivales, las divinidades de Egipto: véanse Sal 96, 5; Is 19,1 y especialmente Ex 12,12. Menfis: muy cerca del delta, un tiempo capital de la monarquía.

30,14 Tanis: en el delta, un tiempo residencia de Ramsés II. Tebas: en la región de Luxor, ciudad del dios Amón, mucho tiempo capital del reino unido y del imperio egipcio.

30,15 Pelusio: puerto del extremo oriental, frontera fortificada.

30,16 Quizá haya que corregir Pelusio en Asuán (leve cambio en  hebreo). *Ininteligible.

30,17 Hiliópolis: capital del culto solar, muy cerca de El Cairo. Bubastis: en la zona oriental del delta.

30,18 Tafnes: lugar de la derrota según Jr 43,7.

30,20 Es el año 587; véase Jr 34.

30,20-26 Históricamente asistimos a una confrontación de dos imperios de la antigüedad: Babilonia a levante, Egipto a poniente. El poeta lo ve y lo presenta como un brazo a brazo de dos campeones igualados. Interviene un tercero más poderoso que los dos, soberano de ambos, y hace prevalecer un brazo. Esta visión simple y gigantesca se ensancha con rasgos alegóricos y se hincha con repeticiones sospechosas; la dispersión de los egipcios (23.26) no encaja en la imagen. La alegoría amplifica introduciendo las curas del brazo roto.

Después de las enumeraciones precedentes, es buena idea hacer culminar la guerra en un combate singular; lástima que el autor no haya acertado a realizar su idea poética. Dios mismo entrega su espada al rey de Babilonia.

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