viernes, 1 de enero de 2016

EZEQUIEL. CAPÍTULO 42.

421Me sacó a la parte septentrional del atrio exterior y me condujo a un bloque de habitaciones situado frente al recinto y frente al pabellón, por el norte. 2Medía cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho, por el lado norte. 3Se levantaba entre el recinto interior de diez metros y la acera del atrio exterior. Tenía tres galerías, una encima de otra. 4La fachada de este bloque daba a una calle interior, de cinco metros de ancho por cincuenta de largo. Este bloque comunicaba con la calle por el norte.
5Las habitaciones del piso superior eran menos amplias que las de los pisos bajo e intermedio, porque las galerías les robaban espacio. 6En efecto, el bloque constaba de tres plantas, y no tenía columnas como las del atrio exterior; por esto estaba escalonado, con entrantes en los pisos intermedio y superior. 7Un muro de veinticinco metros de longitud separaba este bloque de habitaciones del atrio exterior. 8El bloque del atrio exterior medía veinticinco metros de longitud. Este bloque caía enfrente del otro y medía cincuenta metros. 9Desde el atrio exterior se podía entrar en este bloque de habitaciones por una puerta que se abría al este, en el arranque del muro del atrio. 10Al sur había otro bloque gemelo frente al recinto y al pabellón. 11Delante pasaba una calle. tenía el mismo aspecto que el bloque del norte; medía lo mismo de longitud y de anchura, tenía idénticos accesos y estructura. 12Al pie de este bloque se abría una puerta en el arranque del muro, por la parte oriental.
13Me dijo: "Las habitaciones de estos bloques, septentrional y meridional, emplazados frente al recinto, son sacristías. En ellas los sacerdotes que se acercan al Señor comerán los manjares sacrosantos. En ellas depositarán la oblación sacrosanta y la ofrenda, el sacrificio expiatorio y el penitencial, pues el lugar es sagrado. 14Los sacerdotes que entren allí no podrán salir del recinto santo al atrio exterior sin antes quitarse las vestiduras con las que oficiaron, pues son sagradas. Deben mudarse de ropa antes de acercarse adonde está el pueblo".
15Cuando terminó de medir el ámbito del templo, me sacó pro la puerta oriental y se puso a medir el perímetro del templo. 16El lado oriental medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 17Pasó al lado septentrional, que medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 18Pasó al lado meridional, que medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 19Pasó al lado occidental, que medía doscientos cincuenta metros, medidos con la caña de medir. 20Lo midió por los cuatro costados. Lo circuncidaba una muralla de doscientos cincuenta metros de ancho por doscientos cincuenta de largo, que separaba lo sacro de lo profano.

Explicación.

42,1-20 La forma cuadrada es símbolo de perfección. El templo es un universo aparte, un mundo sacro separado sólidamente del profano. Por dentro su sacralidad tiene grados, según espacios rigurosamente delimitados. La entrada a este mundo sacro y el progreso a zonas de sacralidad creciente está perfectamente controlado por escaleras y largas puertas con función simbólica. Subidas e introitos son los gestos humanos que simbolizan el acceso a la esfera sacra. Esto no basta para los sacerdotes: su acercamiento y entrada se simbolizan también con cambio de vestidos y finalmente con un baño ritual. Véase el comentario al Levítico.

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